Hostal Casa Rosita
Casa Rosita se localiza en Eriste, en el Valle de Benasque en el pie de una de las entradas al Parque Natural Posets-Maladeta y junto al embalse de Linsoles.
Televisor
Restaurante
Guarda esquís
Caja fuerte
Bar-Cafetería
Terraza
Wi-Fi gratuita
Teléfono
Hostal Casa Rosita
Casa Rosita se localiza en Eriste, en el Valle de Benasque en el pie de una de las entradas al Parque Natural Posets-Maladeta y junto al embalse de Linsoles.
El Valle es un destino ideal para pasar unos días inolvidables en la naturaleza con la familia y para la práctica de cualquier deporte de montaña, tanto de verano como de invierno en las estaciones de esquí de Aramón Cerler o Llanos del Hospital.
El Hotel dispone de 15 habitaciones dobles, triples y familiares con todas las comodidades, con vistas al pantano y a la Selva de Conques, y el restaurante Casa Rosita que ofrece su conocida cocina casera típica del valle.
El Hotel dispone de 15 habitaciones dobles, triples y familiares con todas las comodidades, con vistas al pantano y a la Selva de Conques, y el restaurante Casa Rosita que ofrece su conocida cocina casera típica del valle.
Además de las habitaciones propias del hotel, dispone de 2 casas y 1 apartamento totalmente equipados:
Casa Llardana
Alojamiento con capacidad para 6 personas distribuidos en una cama de matrimonio de 150 cms y cuatro camas individuales de 90 cms.
Planta baja con zona de garaje para Motos, bicicletas y guardaesquies.
Pimera planta con Salón, cocina independiente, terraza amueblada y baño completo.
Segunda planta con tres habitaciones dobles y baño completo.
Equipamiento: Ropa de cama, toallas, secador de pelo, plancha y tabla de planchar, tendedor, aspiradora, lavavajillas, lavadora, microondas, vitrocerámica, horno, cafetera de capsulas Dolce Gusto, menaje de cocina completo y Smart TV en salón y habitación.
Casa Llardaneta
Alojamiento con capacidad para 5 personas distribuidos en una cama de matrimonio de 135 cms y dos camas individuales de 90 cms y una cama de 105 cms
Planta baja con zona de garaje para Motos, bicicletas y guardaesquies.y jardín
Pimera planta con Salón, cocina independiente, terraza amueblada y aseo.
Segunda planta con dos habitaciones dobles y una individulal y baño completo.
Equipamiento: Ropa de cama, toallas, secador de pelo, plancha y tabla de planchar, tendedor,, lavavajillas, lavadora, microondas, vitrocerámica, horno, cafetera de capsulas Dolce Gusto, menaje de cocina completo y TV en salón.
Apartamento Espigantosa
Apartamento totalmente reformado(noviembre 2020) con vistas al pantano de Llinsoles y la Selva de Conques con capacidad para 4 o 5 personas.
Ideal para matrimonios con dos o tres hijos o parejas consta de dos habitaciones con su propio baño , una con cama de matrimonio de 150cm y sofa cama individual(para un niño) y otra con dos camas de 90cm.
Equipamiento: Ropa de cama, toallas, secador de pelo, plancha y tabla de planchar, tendedor, aspiradora, lavavajillas, lavadora, microondas, vitrocerámica, horno, cafetera de capsulas Dolce Gusto, menaje de cocina completo y Smart TV (50") en salón.
Opiniones sobre el Hostal Casa Rosita
Un hotel pequeño con el encanto que se percibe en las fotos. Las camas son muy cómodas y María Jesús intenta en todo momento adaptarse a tus necesidades. El desayuno es muy rico y variado y las mérmelas casera que hace están riquísimas. Tienen productos sin gluten también y leche vegetal.
Totalmente recomendable. Un hotel muy acogedor, limpio, bien ubicado y lo más importante, con una de las mejores anfitrionas que me he encontrado en todas las estancias en las que he estado en hoteles de montaña. Muchas gracias MªJosé por tu hospitalidad y dedicación. Un abrazo
Nos hospedamos en el hotel durante 4 noches, a pesar de que está más o menos bien situado en el pueblo y que las habitaciones son decentes aunque pequeñas, no ofrecen un servicio por el que valga la pena pagar 170€ la noche. Las habitaciones son bastante pequeñas así como el baño en el que casi te tenías que agachar para poder ducharte, las camas no son muy cómodas ya que son bastante duras y al moverte da la sensación de que estás durmiendo sobre plástico. El desayuno es bastante sencillo, todos los días hay huevos revueltos aguados, salchichas, tostadas tiesas de días anteriores, bollería industrial, trozos de embutido contados por persona en cada mesa y fruta en mal estado, por lo que tampoco merece la pena lo que cuesta. Por ultimo, la recepcionista y dueña del hotel es una tacaña, nada más llegar ya nos estaba diciendo que apagáramos las luces porque gastaba, también apagaba la calefacción durante el día para ahorrar y en algunas ocasiones hacía preguntas o comentarios que resultaban intrusivos e impertinentes. Además teníamos la sensación de que en vez de estar en un hotel, estábamos hospedados en su casa y convivíamos con ella.
Desde el primer momento la dueña se comportó de manera inapropiada para estar de cara al público. Parecía que nos estaba haciendo un favor. Además, el hotel está en una zona un poco complicada para acceder en coche y como llegamos por la noche y no había sitio para aparcar, nos ofreció una plaza de garaje cubierta por 23 euros el día. Al día siguiente por la tarde cuando volvimos de esquiar, la mujer nos dijo que teníamos que abandonar la plaza de garaje o sino abonar otros 23 euros cuando ni siquiera habían pasado 24 horas. Es el parking más caro que hemos pagado en la vida. Simplemente creo que se aprovechó de nosotras. Nos trataba como si fuéramos niñas pequeñas, y se dirigía a nosotras de una manera condescendiente, como si le molestara nuestra presencia. Es una pena, porque el hotel está bien situado y las habitaciones están bien, calientes y tienen lo indispensable. Eso sí, abstenerse personas con una altura superior a 165 cm, ya que el baño tenia techos muy bajitos. Por decir algo "positivo", en el desayuno te cantaba le previsión metereológica del día y tenía guardaesquís y botas. Conclusión: no repetiríamos.
Hotel muy acogedor. La decoración es rústica, con muebles restaurados y antigüedades, muy cuidada y elegante, hecha con muy buen gusto. María José, la dueña , nos trató fenomenal. Fuimos con un bebé de año y medio y no nos faltó de nada. El desayuno entra en el precio y es muy completo. El entorno es espectacular, y las vistas desde nuestra habitación envidiables.